Personalizar tu casa es todo un arte en sí mismo. Los habituales a las comunidades DIY saben que hay gente que demuestra increíbles dotes para la decoración con pocos medios, consiguiendo muchas veces resultados fantásticos sin gastarse casi dinero.
Uno de los recursos a tu alcance es el uso de la pintura para decorar tus espacios de una manera algo más original, como está descubriendo mucha gente últimamente (y no porque lo diga yo, que me dedico a esto). ¿Los motivos? Es accesible: no suele ser difícil encontrar artistas y negocios dedicados a ello y pedir un presupuesto. También es original, puedes conseguir resultados fantásticos si eliges estratégicamente donde colocar el mural, aunque realmente cualquier espacio puede ser pintado.
Cuando digo «cualquier espacio», me refiero a «cualquier espacio»…
Y además es mucho más barato: puedes ahorrar bastante dinero personalizando tus paredes en lugar de, por ejemplo, pintar con estucado o meterte en reformas más arriesgadas.
Mural para particular: bosque
De esta forma, puedes convertir el salón de tu casa en el espacio estrella si instalas un gran mural que domine toda la estancia. Podrías decorar la pared de detrás de los sofás. O quizá quieras tenerlo siempre a la vista y prefieras decorar la pared de enfrente. Puedes incluso hacer composiciones para integrar el diseño con el mobiliario que ya existe (el televisor o ese mueble grande que todos tenemos).
Si te gusta especialmente ser el centro de atención puedes incluso plantearte pintar todo el techo y crear tu propia Capilla Sixtina. Las posibilidades son infinitas. Y además será algo único, que solo tendrás tú. Y te puedo prometer que se acordarán de tu casa.